Después de varios meses luchando contra la pandemia del COVID-19 los expertos ya conocen más datos sobre este virus, si bien aún persisten algunas dudas sobre la enfermedad y su forma de contagio. Respecto a esta última, se ha detectado que el mecanismo de transmisión más relevante del SARS-CoV-2 es a través de las gotículas exhaladas por los infectados. No obstante, algunas personas están preocupadas por si los sistemas de aire acondicionado pueden favorecer la infección, sobre todo ahora que se acercan las altas temperaturas.
Según un documento firmado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA), la posibilidad de que el virus se difunda por los conductos del aire acondicionado es muy baja. Así lo confirma José María Ordóñez, portavoz de SESPAS, quien afirma que el contagio del coronavirus por el aire acondicionado es «muy improbable».
SESPAS y SESA señalan que se sabe poco sobre el posible rol del aire acondicionado en la transmisión del virus. La única referencia bibliográfica que existe al respecto es un comentario en un artículo que describe un brote de nueve personas en un restaurante en Guangzhou, China. Según los autores de este artículo, el aire acondicionado podría haber favorecido la difusión de gotas pequeñas de un infectado más allá de los dos metros. Sin embargo, SESPAS y SESA señalan que esto «no deja de ser una especulación, ya que podrían haber operado otros mecanismos de contagio».
SESPAS y SESA explican que «la probabilidad de que el virus entre en el sistema de climatización o extracción de aire y se difunda por los conductos es muy baja». Con respecto a la preocupación de que el virus se reproduzca en las instalaciones de aire acondicionado, SESPAS y SESA afirman que «no tiene ningún sentido». «El virus no se puede reproducir sin invadir células humanas», puntualizan. Por ello, «la limpieza de los conductos o el cambio de filtros de aire exterior no son medidas con ningún efecto práctico, salvo cuando corresponda llevarla a cabo», matizan.
Por tanto, no es necesario preocuparse por la climatización ni en el ámbito doméstico ni en las grandes instalaciones: «a la luz de la literatura científica actual el aire acondicionado no entraña ningún tipo de riesgo», afirma el portavoz de SESPAS.
No obstante, Ordóñez recomienda que los grandes edificios (hoteles, residencias de personas mayores, centros comerciales…) recurran al personal técnico cualificado para hacer un buen mantenimiento de las instalaciones de aire. Según el portavoz de SESPAS, estos técnicos «son expertos y tienen la cualificación necesaria para comprobar el estado del aire y hacer un adecuando mantenimiento que cumpla con las exigencias legislativas y de seguridad».
Ordóñez destaca que asociaciones de expertos en climatización como FEDECAI y ATECYR están lanzando mensajes de mantenimiento «muy coherentes» para la reapertura. Dichas asociaciones han elaborado guías específicas sobre el mantenimiento de los sistemas de climatización y la ventilación de edificios públicos para la prevención del contagio de COVID-19.
Entre las distintas recomendaciones destaca la importancia de la ventilación de los edificios. «La ventilación natural es el método más idóneo que plantean las asociaciones expertas para mejorar la calidad del aire interno y diluir el virus en el hipotético caso de que alguien hubiera dejado algún resto», destaca Ordóñez. Si el edificio no puede realizar la ventilación de forma natural o forzada, «tendría que recurrir a sistemas específicos de higienización del aire», señalan SESPAS y SESA.
Estas dos sociedades consideran que hay que adoptar diversas medidas preventivas al reiniciar las actividades. Además puntualizan que, para disminuir el riesgo de transmisión aérea del virus, «habrá que valorar conjuntamente con el aire acondicionado aspectos como la actividad, la dotación de personal, el aforo, las dimensiones y la distribución del espacio, las condiciones de los aseos, las aberturas externas y las prácticas de limpieza en las instalaciones». Asimismo, recuerdan que es importante mantener la higiene y desinfección de suelos, muebles y otras superficies para eliminar el riesgo de contagio por contacto.
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