El agua es un recurso vital para la supervivencia de la vida. A medida que la población mundial sigue creciendo y los efectos del cambio climático se hacen más evidentes, la gestión sostenible del agua se ha convertido en una preocupación crítica.
Aspectos más importantes de la gestión integral del agua
La gestión integral del agua en los edificios desempeña un papel fundamental en la preservación de este recurso, no solo implica la optimización del suministro, sino también una adecuada evacuación y potencial reutilización de ésta.
La evacuación de aguas es un aspecto esencial para garantizar la salubridad y la eficiencia de los edificios. No se trata simplemente de un sistema de tuberías y desagües, sino de una infraestructura que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y en la protección del medio ambiente.
Veamos sus aspectos más importantes:
1. Salubridad y Seguridad
Un sistema de evacuación de aguas adecuadamente diseñado y mantenido es esencial para prevenir problemas de salud y seguridad en un edificio. La acumulación de aguas pluviales o residuales en el interior de una estructura puede dar lugar a la proliferación de bacterias, y hongos u otros microorganismos, además de representar un riesgo de inundación, debido a posibles fugas y filtraciones.
2. Eficiencia Energética
La gestión de aguas residuales y pluviales también puede influir en la eficiencia energética de un edificio. Un sistema bien diseñado puede aprovechar la energía cinética del agua para impulsar bombas o turbinas, reduciendo así el consumo energético en comparación con sistemas convencionales.
3. Reducción de Ruido y Vibraciones
La evacuación de aguas mal diseñada o deteriorada puede generar ruidos molestos y vibraciones en el edificio. Esto no solo afecta el confort de los usuarios finales, sino que también puede tener un impacto negativo en su salud mental y física a largo plazo.
4. Protección Ambiental
Los sistemas de evacuación de aguas también desempeñan un papel importante en la protección del medio ambiente. Un manejo inadecuado de aguas residuales puede dar lugar a la contaminación de fuentes de agua cercanas, lo que afecta a la fauna y flora local, y puede tener consecuencias negativas para los ecosistemas acuáticos.
Uno de los enfoques clave en la gestión integral del agua en los edificios es la implementación de soluciones de diseño y tecnología que permitan un uso más eficiente del recurso hídrico.
Debemos conocer, de manera general, el consumo interno de agua de viviendas. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica la distribución de los consumos en edificación vertical presentaría esta distribución:
Figura 1. Distribución del consumo de agua a nivel doméstico. Fuente: Fundación Aquae.
En esta estadística se deberá considerar también que uno de los consumos más importantes a nivel doméstico corresponde al riego de zonas ajardinadas, en el caso de viviendas adosadas e independientes.
Los mayores ahorros potenciales estarían, por un lado, en el ámbito de la higiene personal (ducha, lavabo o inodoro), y, por otro, en el diseño y riego de jardines privados. A partir de estos datos, se deberían proponer sistemas de ahorro y reutilización para cada tipología.
Si agrupamos los distintos usos que requieren agua potable y los que no la requieren, obtendremos el gráfico de la figura 2.
Figura 2. Distribución entre uso de agua potable y no potable a nivel doméstico.
Estrategias efectivas
Más de la mitad del agua que utilizamos en las viviendas podría proceder de agua reutilizada, la cual necesita cierta depuración para extraer las grasas o partículas que pueda tener, pero no es necesario que tenga la misma calidad que el agua potable.
Aquí se muestran algunas estrategias efectivas:
1. Captación y Reutilización de Aguas Pluviales
La captación de aguas pluviales es una práctica cada vez más común en la gestión integral del agua en los edificios. Los sistemas de recolección de aguas pluviales recogen el agua de lluvia en cisternas y luego la utilizan para tareas como el riego de jardines, la limpieza de superficies o incluso el suministro de agua no potable en los edificios. Esto reduce la dependencia de fuentes de agua potable y ayuda a conservar el recurso.
En la composición de estas aguas se observa, en general, la ausencia de sustancias significativamente contaminantes (dependiendo de la zona) y que no precisan, generalmente, de un tratamiento de desinfección. En general, el agua de lluvia es un agua blanda, con baja concentración en sales y ácida.
Estas aguas, una vez recuperadas y en ocasiones tratadas, pueden aprovecharse para distintos usos como:
Recarga de cisternas de inodoro (WC) y urinarios (en edificios de uso público)
Riego de zonas ajardinadas
Lavado de vehículos
Lavado de ropa
Limpieza de viales, superficies y accesos
Llenado de depósitos de agua contraincendios
No existe una regulación legal específica en España para las instalaciones de aprovechamiento de aguas de lluvia en los edificios. Si hacemos referencia al Código Técnico de la Edificación (CTE) aprobado en 2006 no se especifica en él, de manera explícita, el posible aprovechamiento de las aguas pluviales en los edificios. La única referencia que podremos encontrar en el Documento Básico HS4 (suministro de agua), se expresa que, «si se dispone de una instalación para el suministro de agua no apta para el consumo humano, las tuberías, los grifos y otros puntos terminales de la instalación deberán estar convenientemente señalizados, con el propósito de que puedan ser identificados de forma clara e inequívoca».
Como documento de consulta existe la Norma UNE-EN 16941 Sistemas in situ de agua no potable que consta de dos partes:
Parte 1: sistemas de utilización del agua de lluvia (publicada en 2019)
Parte 2: sistemas de utilización de aguas grises tratadas (publicada en 2021)
En el documento se especifican los requisitos mínimos y se proporcionan recomendaciones sobre la estructura, el diseño, el dimensionado, el montaje y el mantenimiento de los sistemas de recogida y aprovechamiento del agua de lluvia para su uso como agua no potable.
La estructura de una instalación para el aprovechamiento de las aguas pluviales puede sintetizarse:
Diagrama de flujo del uso del agua de lluvia UNE-EN 16941-1:2019.
Figura 3. Sección de edificio con instalación centralizada de reutilización de aguas pluviales.
2. Reutilización de Aguas Grises
Las aguas grises son aguas residuales generadas principalmente en actividades domésticas, como el aseo y la higiene doméstica y que generan aguas con un bajo nivel de carga contaminante. Estas aguas pueden tratarse y reutilizarse para usos no potables, como el riego de jardines o la descarga de cisternas de inodoro, reduciendo así la demanda de agua potable.
Las aguas grises de origen doméstico se dividen, principalmente, en aguas grises claras, que incluyen las aguas procedentes del desagüe del lavabo o lavamanos, el plato de ducha y la bañera, y en aguas grises oscuras, que incluyen las aguas producidas por la lavadora, en el fregadero de la cocina y en el lavavajillas.
En general, a nivel doméstico, se reutilizan mayormente las aguas grises claras, con un menor nivel de contaminación, y se desechan las aguas grises oscuras por su mayor carga contaminante y mayor coste de tratamiento. Las aguas grises de origen, una vez tratadas, podrán reutilizarse, principalmente, en los siguientes usos:
Recarga de cisternas de inodoro
Alimentación a urinarios (habitualmente en edificios de uso público)
Riego de zonas verdes y ajardinadas
Limpieza de viales y accesos a los edificios
Lavado de ropa (estudios realizados en países con una tradición más avanzada en la reutilización de estas aguas demuestran que, en la ropa, una vez seca, no se observan diferencias entre aquella lavada con aguas grises tratadas y la que ha sido lavada con agua potable)
Lavado de vehículos
Hasta la fecha, no existe una regulación legal específica que señale el nivel de calidad mínima exigible para las aguas grises tratadas en los edificios en España. La única regulación legal que hace referencia a este aspecto, pero desde otro ámbito de actuación, es el Real Decreto 1620/2007, sobre el régimen jurídico para la reutilización de las aguas depuradas.
A nivel estatal, se dispone de algunos documentos donde se menciona, de forma general, la conveniencia de adoptar medidas que contribuyan a la reutilización de las aguas grises en los edificios.
Para el ámbito local o municipal, existen también ordenanzas municipales, en las que, puede venir reflejada la obligatoriedad de reutilizar las aguas grises generadas por los usuarios de determinado tipo de edificios.
Toda instalación centralizada para el tratamiento de aguas grises dispone de una serie de partes:
Red de captación: conjunto de tuberías que recogen las aguas grises y las canalizan hasta el sistema de almacenamiento y tratamiento posterior.
Tratamiento primario - Filtración de gruesos: separación, mediante un filtro de tipo mecánico o físico, de las partículas o residuos de mayor tamaño.
Sistema de almacenamiento: depósitos que almacenan las aguas grises de origen y en cuyo interior se inicia el proceso de tratamiento.
Tratamiento/s secundario/s - Depuración: se aplican tratamientos encargados de reducir la carga contaminante.
Habitualmente los equipos y tratamientos de carácter secundario pueden ser:
Tratamiento por aireación-oxigenación
Tratamiento químico: con compuestos coagulantes/floculantes y desinfectantes
Tratamiento biológico: mediante membranas de ultrafiltración (MBR) o sistemas biológicos naturalizados donde se utiliza una determinada vegetación, generalmente en un muro/fachada vertical
Tratamientos combinados
Tratamientos complementarios para ofrecer un plus de calidad y seguridad al usuario final. Puede consistir en la dosificación de biocidas, tratamientos por lámparas UV, ozono u otros sistemas.
Instalación de impulsión y suministro: la red formada por tuberías, accesorios y, habitualmente, por un equipo de bombeo, encargado de llevar las aguas grises tratadas hasta los puntos de consumo finales.
Figura 4. Sección de edificio con instalación centralizada de reutilización de aguas grises.
Todas estas medidas tomadas ha de acompañarse con los correspondientes protocolos de seguridad, señalización y mantenimiento de la instalación y equipos implicados. Se establecerán controles analíticos con parámetros que reflejen la calidad del agua.
3.Otras actuaciones
Otras actuaciones implican:
Tecnología de Alta Eficiencia, que incluye grifos y sistemas de descarga de inodoros de bajo consumo, contribuyendo significativamente a la conservación del agua en los edificios. Estos dispositivos utilizan menos agua sin comprometer el rendimiento, lo que se traduce en un menor consumo y, por lo tanto, en ahorros significativos a lo largo del tiempo.
Gestión inteligente de la demanda, implica la optimización del uso del agua en función de las necesidades reales. Los sistemas de gestión inteligente pueden ajustar automáticamente el flujo de agua en función de la hora del día, la ocupación del edificio y otros factores, reduciendo así el desperdicio de agua. Los sistemas de monitoreo en tiempo real, que permiten a los administradores de edificios y a los propietarios tener una visión precisa del consumo de agua y del funcionamiento.
A nivel económico el cálculo del ahorro y de la rentabilidad de los sistemas de aguas grises contiene cierta complejidad. El ahorro viene determinado según la zona, número y tipo de viviendas, así como el tipo de tratamiento realizado y el coste de mantenimiento asociado a la instalación.
Conclusiones
Como conclusión, en el contexto actual de escasez hídrica, la gestión integral del agua en edificios adquiere una relevancia capital. El uso de aguas grises es factible para viviendas, hoteles y polideportivos, etc… No se trata solo de evacuar y evitar inconvenientes, sino de reimaginar cómo interactuamos con este recurso vital. Los edificios, en su capacidad de reutilizar y tratar el agua, tienen el potencial de ser pilares en la lucha contra la escasez del agua, demostrando que la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano en pro de un futuro más resiliente. Siempre será más sostenible, a nivel económico y ambiental, la reutilización in situ de las aguas grises que el consumo de agua potable.
Fuente: caloryfrio.com
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