¿Están protegidos los edificios? Claves del mantenimiento de instalaciones contra incendios

Revisiones obligatorias, normativas y errores que pueden costar caro

Cada año, miles de incendios en España podrían evitarse o minimizarse con un mantenimiento adecuado de las instalaciones contra incendios. Sin embargo, muchas empresas y comunidades de propietarios incumplen las revisiones obligatorias, poniendo en riesgo tanto vidas como bienes materiales.

¿Qué dice la normativa?

El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI, RD 513/2017) establece los requisitos para el mantenimiento de estos sistemas. Según la normativa, las revisiones deben realizarse con la siguiente frecuencia mínima:

Mensualmente: Comprobación de extintores, grupos de presión y sistemas de detección.
Trimestralmente: Verificación de hidrantes, rociadores automáticos y sistemas de abastecimiento de agua.
Anualmente: Inspección completa de los equipos por una empresa especializada.
Cada 10 años: Sustitución o prueba hidráulica de los extintores de polvo.

Las sanciones por no cumplir con estas revisiones pueden superar los 30.000 euros, además de la posible responsabilidad civil y penal en caso de siniestro.

Errores más comunes en el mantenimiento

Extintores caducados o sin presión: Un extintor en mal estado es inútil en una emergencia.
Rociadores bloqueados: El polvo o el mal almacenamiento pueden impedir su activación.
BIEs (Bocas de Incendio Equipadas) sin mantenimiento: Las mangueras pueden deteriorarse o perder presión si no se revisan.
Alarmas desconectadas o sin batería: Un sistema de detección inoperativo anula la alerta temprana.
Falta de formación en el uso de los equipos: Tener un extintor no sirve de nada si nadie sabe utilizarlo.

El papel de las empresas de mantenimiento

Para garantizar que las instalaciones cumplan con la normativa y funcionen correctamente, es imprescindible contar con una empresa homologada. Estas compañías no solo realizan las inspecciones obligatorias, sino que también asesoran sobre mejoras y actualizaciones tecnológicas, como la integración de sistemas inteligentes de detección y extinción.

En un contexto donde los incendios pueden tener consecuencias devastadoras, el mantenimiento de las instalaciones contra incendios no es solo una exigencia legal, sino una inversión en seguridad. ¿Están los edificios realmente protegidos? La respuesta depende del compromiso con la prevención.

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